Me parecen curiosas estas afirmaciones, y no estoy hablando de una o de tres mujeres, estoy hablando de casi 50 mujeres. Y éstas son sólo el número de mujeres que se han atrevido a compartirlo conmigo. Y me parece curioso porque hoy en día tenemos acceso a multitud de información al respecto, y no como antaño que nos conformábamos con las revistas para adolescentes o algún programa televisivo.
Lo que está claro es que a pesar de poder obtener información en el acto, seguimos sin hacerlo bien. Es lógico que toda la información que encontramos no sea útil o fiable, ese es uno de los peligros, pero existen artículos y consejos muy buenos y muy profesionales de distintos sexólog@s. En twitter sigo a varias sexólogas que han publicado al respecto y me parecen artículos muy interesantes.
En mi modesta opinión, no se trata de la técnica en sí, sino de la manera de aplicar esas técnicas, movimientos y consejos.
El hombre que ve que no logra satisfacer a su pareja con el sexo oral, busca consejo, trucos y demás. De alguna manera se preocupa por su pareja, aunque en parte de esa búsqueda del placer femenino esté la recompensa a su ego de amante increíble. La diferencia está en el altruismo sexual del que ya hemos hablado en entradas anteriores.
Por norma general, el hombre memoriza cada movimiento y lo realiza sin ton ni son, creyendo que la mujer va a caer presa de un placer increíble. Y ni tan siquiera sabe cuando debe dejar de hacer un movimiento o hacer otro. O esa es la conclusión que saco de los comentarios de todas estas mujeres.
Por esto me gustaría hablar de cómo veo yo el sexo oral, y de cómo creo que debería hacerse a una mujer. Yo no voy a parar a dar técnicas ni detalles específicos de dónde y cómo; como he dicho, existen artículos muy interesantes y realizados por profesionales cualificados. Yo solamente voy a describir cómo creo que deben realizarse todos esos movimientos y trucos que conoces. Cómo darle sentido.
Lo primero es concienciarte de que quieres hacerlo porque sí, no para que ella luego te practique a ti el sexo oral ni para que te diga que lo haces como nadie. Debes hacerlo porque la quieres, porque te gusta ella, porque te gusta hacerlo y porque sencillamente quieres que lo pase bien y disfrute.
Explora antes de empezar todo su sexo con tus dedos. Mira tranquilamente cómo son sus labios, sus formas, el tamaño de su clítoris, etc... pero jugando, con calma y cariño. Humedécete los dedos o usa lubricante si es necesario. Pero que esta exploración sea un juego, sea excitante para ambos. No hay prisa, ella no tiene prisa, cuanto más juegues, más la excitarás y más disfrutará.
Esta exploración la considero vital por una razón, no todos los genitales femeninos son iguales, y los trucos o pasos que pensabas utilizar pueden no ser aplicables en algunos casos como por ejemplo, succionar o mordisquear los labios internos. Existen mujeres que apenas tienen labios internos que se puedan coger o manejar. Así que primero, explora, juega y visualiza para que después no te veas apurado.
Después del juego de exploración táctil y visual, comienza la exploración de tu lengua. Usa toda tu lengua para pasarla por todos los rincones. Ayúdate de tus labios. Usa la lengua plana y solo la punta. Busca, siente, reconoce lo tocado y visto antes. Sé suave y delicado, sólo estás explorando. Imagina la ternura y delicadeza con la que se coge a un bebé, pero a la vez firme. E igualmente, entretente lo necesario.
Y ahora ya puedes ir realizando todas esas cosas que has leído y tienes tantas ganas de poner en práctica. Pero aquí te voy a dar varios consejos:
- Usa tus manos para acariciar su cuerpo: Agarra sus caderas, y si llegas toca sus pechos, sus pezones... mete las manos por debajo de sus nalgas y agárrala. Aunque estés practicando sexo oral, recuerda que también estás haciendo el amor, compartiendo, dando placer a una mujer. Hazla sentir que sigues pendiente de ella. Dale la mano incluso.
- Mírala de vez en cuando: Los ojos no te hacen falta para el sexo oral. Y a ellas les gusta mirarte mientras lo haces, y encontrarse con tu mirada, y ver que las deseas y te gusta lo que estás haciendo. Aunque no lo creas, aun estando tú haciéndolo todo, ellas siguen preocupándose por ti y pensando en ti.
- Cuando cambiar de un movimiento a otro: Cuándo la tocas y la miras, no lo hagas como un consejo más o porque lo digo aquí, Hazlo de corazón, siéntela, siente su respiración, sus jadeos, escucha lo que pueda decirte (el sigue amor, sigue, no significa que cambies el ritmo, que aprietes más ni nada parecido: significa sigue tal y como estás haciendo). Prestarle atención te puede dar la señal de que ese movimiento decae y debes cambiar; prueba con distintos ritmos y presiones pero siempre pendiente de ella y de cómo reacciona. Vuelve a los mismos movimientos que notaste que le gustaron. Experimenta y juega. Juega mucho.
- Y finalmente, repetir un poco todo: Hazlo con generosidad, sin esperar nada a cambio, siéntelo y siéntela, no tengas prisa, escucha y sobre todo disfruta, no tengas prisa.
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