lunes, 11 de marzo de 2013

Consciencia sexual

Antes de comenzar un masaje, siempre mantengo una pequeña conversación para saber cómo se siente cada mujer y qué es necesario trabajar. Un dato que me llama mucho la atención, es la coincidencia de muchas mujeres explicandome que se sienten frustradas porque no consiguen llegar al orgasmo, la mayoria de las veces, con sus parejas (sin embargo, cuando jugaban con ellas mismas no tenían ese problema).

La mujer por norma general, es más generosa en la cama que los hombres. Le gusta preocuparse por el placer de su pareja y lo antepone al suyo propio, esperando la reciprocidad de su compañero sexual. Pero si el hombre no se preocupa del placer de la mujer y eyacula antes de que ella llegue al orgasmo, es posible que ella vaya perdiendo el interés por el sexo porque esa insatisfacción le resulte demasiado frustrante. Incluso a algunas mujeres se les genera un bloqueo tan fuerte, que incluso cambiando de pareja sexual siguen sin conseguir llegar al orgasmo.

Por eso mismo, en este caso concreto, el masaje para mujeres es ideal porque no compromete a la mujer a hacer nada ni pensar en la otra persona. De hecho, se le intenta transmitir durante toda la sesión esa sensación. Al tomar contacto con la piel, las manos trabajan como si pudieran susurrar:
"Mujer, cierra los ojos. Acepta este regalo y disfruta del masaje. El tiempo ya no importa. Este es tu momento, sólo para ti. Ahora no existe nadie más, sólo tú. Fluye, siente la energía recorrer todo tu cuerpo. Permítete disfrutar"

Esta mentalidad, junto con las técnicas de sanación y masaje, permite atravesar el bloqueo y romperlo. Al eliminarse, llega una sensación de alivio y liberación que consigue que la mujer tome de nuevo consciencia de ella misma, de su cuerpo, provocando que piense en su propio placer y consiga obtener un orgasmo independientemente del tiempo que le dedique el hombre.

Próxima entrada: el altruismo sexual.

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