lunes, 14 de octubre de 2013

La energía sexual

Según el Tao, tanto por el universo como por el cuerpo humano circula una energía invisible llamada Chi (ki en Japón y Prana en India). Esta energía circula por unos canales energéticos por el cuerpo al igual que la sangre lo hace por las venas y las arterias. Según la medicina oriental, mientas el cuerpo humano conserve suficiente reserva de energía y mientras su circulación no se encuentre alterada, el hombre permanecerá sano física y psíquicamente.


Hay muchos factores que influyen en la circulación de la energía: cambios climáticos y sociales, cambios emocionales, tensiones y estrés provocados por el trabajo intelectual o físico, el tipo de alimentación y la vida sexual que lleve, etc.

No hay una definición exacta de qué es el Chi ni una verificación científica de su existencia, pero no se puede negar la eficacia de algunas terapias como la acupuntura basada en esta energía y sus canales.

(A pesar de esto, casi seguro que cada uno de nosotros cuando hemos estado haciendo el amor ha experimentado, alguna vez, unas sensaciones especiales como si algunos flujos, suaves o fuertes, frescos o calientes, se desplazaran por el cuerpo o por brazos o piernas como cosquilleos. También en momentos de susto, sobresaltos o pesadillas se puede notar el desplazamiento de energía recorrernos la espalda y la nuca)

La energía se forma en el organismo humano a través de la alimentación y el aire que respiramos. A través de unos procesos que producen en el organismo el estomago y los pulmones transforman ambas cosas en Chi.
El Chi del organismo es como el agua que circula por el río o que cae por la catarata; la sexual es la energía que produce el Chi en circulación. Igual a la energía eléctrica que se obtiene del agua a través de las turbinas. La energía eléctrica es una consecuencia de energía del agua, la cual posee la virtud de ser fácil de modificar, transmitir, acumular, etc.
El Chi sexual es una energía que se puede acumular y utilizar para diferentes objetivos (incrementar la salud, la vitalidad, realizar sobreesfuerzos, etc…)

La energía sexual es la energía más concentrada y poderosa que el cuerpo humano produce. Cuando fluye correctamente permite engendrar a otro ser humano, intensifica el amor, permite relacionarnos íntimamente con alguien de manera satisfactoria, potencia la salud, el bienestar y acelera el desarrollo espiritual. También genera niveles de conciencia y vitalidad más elevados. Fisiológicamente, permite reparar y rejuvenecer las glándulas, el sistema nervioso y los órganos. Además, las emociones tienen origen sexual y se nutren con esa energía, por lo que al distribuirla por todo el cuerpo influye en una recuperación del bienestar emocional y mental.


El trabajo con la energía sexual mediante el masaje puede librarnos de muchas insatisfacciones de tipo sexual o emocional. Lo que ocurre en un orgasmo habitual, es que la energía sexual se gasta explosivamente y se pierde. La idea del masaje es controlarla para distribuirla por todo el cuerpo restableciendo el equilibrio energético y saciando las zonas carentes de energía, rompiendo y eliminando bloqueos. Al mismo tiempo, se experimenta una relajación y tranquilidad muy notables.



No hay comentarios:

Publicar un comentario